Guillermina nace con una propuesta saludable, fresca y diferente a lo que normalmente estamos acostumbrados a degustar. Un toque muy personal desde el nombre de la marca hasta la arquitectura del lugar. Los orígenes de la incursión de Adriana Aguirre -propietaria de Guillermina- en el mundo de la gastronomía comienzan en “Atemporal”, el cual consistía en un foodtruck dónde se ofrecía comida exclusivamente vegetariana, siempre con la proyección en un futuro de contar con un establecimiento el cual albergaría un concepto específico donde sus comensales vivieran toda una experiencia, en un refugio gastronómico donde se pudiera reunier a la familia, los amigos, incluso tener una junta de negocios. El objetivo de Adriana no era enfocarse en un sólo nicho de mercado, por lo que de esta forma comenzó a explorar nuevos ingredientes, sabores tanto de origen vegetal cómo animal. Entre su menú podemos encontrar bebidas a base de frutos rojos y de temporada como la sandía, zarzamora, coco rayado o bien, si eres amante del café un delicioso y refrescante Cold Brew Latte.
Entre sus platillos más queridos se ubica fácilmente por sus comensales los deliciosos tacos con ligeros toques de tamarindo, siempre utilizando ingredientes exóticos y sobre todo de origen mexicano. Un platillo que le ha valido de numerosas críticas tanto de la prensa como de sus clientes más queridos.
Cabe mencionar que ninguno de sus ingredientes tiene conservadores, una propuesta de valor que recalcamos hace muy diferente la experiencia culinaria. Adriana siempre se muestra sorprendida al ver la reacción de sus comensales, lo que la ha llevado a realizar una experiencia dentro de Airbnb (no entendí esto ultimo). Aquí no acaba la misión de Guillermina, ya que en su deseo de proyección de su cocina también ha incursionado en talleres para dar a conocer la elaboración de sus productos y que el cliente viva una experiencia totalmente diferente, pero sobre todo muy personal. La formula de Guillermina se complementa con excelencia con el diseño tan acogedor, cálido y tropical que fue una colaboración con Wewi Studios.
Dicho Studio comienza al mismo tiempo en la ciudad de Cancún y resaltamos la relación tan cercana de Adriana y los dueños de Wewi. En este camino colaboran y construyen una cosmología con Patricio Manzo Díaz y Paloma Flores Herrero para el lugar, combinando diferentes materiales, texturas y formas, consolidando un concepto que se basa en la limpieza y el minimalismo que tanto define a su propietaria.
Desde el momento que ingresas al establecimiento percibes esa vibra de paz y armonía por sus colores tan tenues y uno que otro destello natural con sus hermosas palmas arecas. Además de ofrecer una excelente propuesta gastronómica, Guillermina nos exhibe artesanías seleccionadas a detalle, lo mejor de estos productos es que son producidos por las mismas personas que les generan sus insumos. Para Adriana existía esta necesidad de proyectar al público artículos de estos maravillosos artesanos de nuestro estado. No les voy a mentir, el bowl de frutos rojos con matcha me devolvió un poco la vida y pude comenzar mi día con una sonrisa en mi cara.
Guillermina me dio no sólo un delicioso platillo, también en el breve momento que estuve en el establecimiento con todas las medidas de seguridad para cuidar mi salud me genero mucha calma y reduje un poco mi estrés. Definitivamente, un refugio dentro del caos que vivimos en nuestro día a día.